Las vacunas como Súper V entrenan a nuestras defensas frente a virus y bacterias desconocidos. Pero, esto no ha sido una tarea fácil…

Al principio, Súper V no era tan poderosa y su estrategia consistía en utilizar gérmenes debilitados o muertos para enseñárselos a nuestras células y que estas estuvieran preparadas para futuros ataques. Sin embargo, estos virus y bacterias tan rebeldes a veces eran capaces de enfermar a personas cuyas defensas no eran tan fuertes.

Entonces, Súper V cambió de estrategia. Si utilizaba las partes de estos gérmenes por separado serían menos ofensivas, pero lo suficientemente útiles para despertar nuestras defensas. Nuestra heroína estaba en lo cierto, pero los entrenamientos no estaban siendo tan efectivos, por eso, buscó la ayuda de los adyuvantes.

Los adyuvantes son componentes que se utilizan en algunas vacunas y se encargan de aumentar la respuesta frente al germen que causa la enfermedad de la cual se está vacunando. Actúan como un amplificador y ayudan a Súper V a llegar a más lugares dentro del cuerpo, encontrar a nuestras defensas y entrenarlas de manera más eficiente.

Los adyuvantes llevan utilizándose casi 100 años. Desde entonces, se han empleado nuevos adyuvantes o incluso combinaciones de los mismos. De hecho, hay adyuvantes de muchos tipos que funcionan de manera diferente. Pero, ¿qué características tienen los adyuvantes?

• Incrementar la capacidad de producir una respuesta de nuestras defensas. De esta manera, se necesitarán menos dosis para conseguir una protección completa frente a virus y bacterias.
• Aumentar la rapidez y duración de la respuesta.
• Incrementan la respuesta en las personas que tienen un sistema inmune más inmaduro, como recién nacidos, o debilitado, como ancianos y personas con bajas defensas.

En conclusión, los adyuvantes incrementan nuestras defensas mediante la activación de mecanismos que nosotros utilizamos de manera natural para reconocer bacterias y virus. Así, Súper V consigue ser más poderosa.